Barack "El Grande"

Para este “intento” de análisis he elegido dos fotografías publicadas el pasado jueves día 3 de diciembre por el diario El País en las que se da cuenta de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a la academia militar de West Poin, en Nueva York.
En la primera imagen se ve a Obama como elemento central del plano por el hecho de encontrarse de espaldas al auditorio y en el centro de la fotografía. Además hay que destacar también que el color de su traje rompe con la monotonía de la imagen y lo convierte en el foco de atención. La fotografía tiene cierta simetría en el plano vertical por lo que transmite estabilidad. El papel del fotógrafo aquí también puede ser destacable en cuanto a que se ha colocado en el lugar idóneo para que Obama apareciese entre sus guardaespaldas (dejando un pasillo tras de sí que ayude a focalizar la atención) y también en un momento en el que todas las posiciones y miradas del auditorio están dirigidas hacia él. En este caso creo que también este destacable la situación de aislamiento del resto de los elementos de fotografía en la que queda el Presidente.
En la segunda imagen ocurre lo mismo. Un mayor dinamismo, el color, las miradas de los jóvenes militares y una ligera iluminación hacen que el peso de la imagen caiga directamente sobre el mandatario.
Titular: “Obama saluda a los cadetes de la academia militar de West Point”.
La fotografía fue tomada durante el discurso que pronunció en presidente de Estados Unidos la noche del martes con el objetivo de dar a conocer la nueva línea estratégica sobre Afganistán. Esta visita llega al hilo también del reciente anuncio por parte del nuevo inquilino de la Casa Blanca de reforzar las tropas emplazadas en el país asiático.
Casi con seguridad esta visita a la academia neoyorquina responde a una clara maniobra propagandística para inyectar moral a los futuros soldados, los más directamente implicados con esta nueva decisión del Gobierno. La intención del fotógrafo y de los medios al escoger una u otra fotografía sería darle, a través de las imágenes, un mayor poder. Se transmite la idea de grandeza y esperanza en la persona del dirigente. El Presidente aparece como una especie de mesías, capaz de solucionar los problemas del mundo. Reforzar esta idea parece importante en un momento en el que el optimismo tras su entrada a la dirección del Gobierno empieza a decaer.